Las pulseras energéticas se han puesto de moda. Son muchas las personalidades famosas que llevan alguna en su muñeca, que muchos deportistas han optado por usarlas pero una de las cuestiones que aún está en el aire es si su uso es realmente por algún motivo, es decir, si realmente funcionan las pulseras energéticas.
A este respecto hay muchas opiniones contrapuestas; unos consideran que la pulsera ayuda a incrementar la flexibilidad y el equilibrio mientras que otros, profesionales de la salud, solo ven que es un trozo de plástico que se pone en la muñeca pero que no tiene ningún tipo de función más que el decorativo y el haber desembolsado una cierta cantidad de dinero.
Las pulseras energéticas se fabrican con el objetivo de conseguir un equilibrio emocional y físico. Hay dos tipos de pulseras energéticas:
Pulseras holográficas. Son las llamadas Power Balance, pulseras capaces de curar dolores, fatiga, además de mantener el equilibrio y la armonía en el cuerpo.
Pulseras de silicona. Diseñadas por un mineral llamado turmalina y compuestas por iones negativos que permiten la relajación de los músculos y la mente.
Según los fabricantes, las pulseras energéticas tienen muchos beneficios a aquellos que las llevan tanto para el cuerpo como para la mente pero hay escépticos que no piensan del mismo modo. En realidad no podemos decirte si de verdad las pulseras funcionan o no porque depende de cada persona. Muchos pueden considerar que funcionan porque realmente confían en esa pulsera y, a veces, el poder de convicción de una persona es lo que realmente importa para que algo funcione. Se convierte así en un talismán para ella y los beneficios se notan.
En cambio, si desde el primer momento no se confía en que la pulsera vaya a lograr algún cambio, será más difícil que lo haga.